El barril de crudo de los Urales cotiza con un descuento del 4-5 % con respecto al Brent en el mercado de contado y Rusia es ya el primer productor mundial de gas (un tercio de las reservas mundiales probadas) y petróleo (algo más de 9 millones de barriles, de los 86 millones diarios totales). Kazhajistán, Uzbekistán, Turkmenistán y Azerbaiyán cuentan aparte, dicen los rusos, aunque siguen siendo satélites de Gazprom, Rosneft, Sibneft, Lukoil y demás, que son los que tienen la pasta y el control tecnológico de prospección, extracción, refino y sobre todo transporte. Yukos, en las últimas, está pendiente de un posible inversor que se haga cargo de su real o ficticia deuda. Sea como sea, hay que pagar, Sr. Jodorkovsky.
El Producto Interior Bruto Ruso depende en un 70 % de los hidrocarburos e industrias auxiliares, y con el Presupuesto del Estado para 2007 con un barril a 50 dólares, los números empiezan a chirriar a partir de los 35 dólares por barril. El rublo, claro, está sustentado por expectativas, como el resto de la economía rusa. No hace tanto en los billetes había montones de ceros.
Entre 2006 y 2007, más de 40 compañías rusa tienen previstas Ofertas Públicas de Venta. Salen al mercado en busca de dinero y confianza, con todos los sectores industriales representados. Automóviles, electricidad, acero,…Recientemente (este verano) Rosneft se estrenó en la Bolsa de Moscú y de Londres. 10,4 billones americanos (millardos) de dólares. La siguiente, Sibneft. Por supuesto, el Estado Ruso mantiene el control de las compañías.
Pero a lo que vamos. Entre los malos rollitos con los caucásicos, (a los georgianos les ha tocado ahora), las muertes perfectamente discriminadas de banqueros, periodistas y otros, el mal clima y las grandes distancias con pobres infraestructuras para unir a sus ciudadanos, Rusia es un infierno :)
Un infierno, decía. ¿Inversores extranjeros dispuestos a invertir en el infierno?. ¿Querrán convertirlo en el cielo de los beneficios?. No, no. Churras con merinas no. Una cosa es el país y sus ciudadanos, y otra bien distinta las empresas con sus sacrosantos balances de resultados.
Y hablando de ciudadanos…y siempre contando con que todos podemos tener un mal día, además de con la suerte, el azar y mi propia forma de ser…Una delicia. Y mira que han aguantado y siguen aguantando estos rusos, sufridores donde los haya, como para no querer saber nada de nadie.