domingo, abril 25, 2010

Mimetismo II

De mi anterior entrada podría inferirse que no me encuentro del todo "agustito" por estas tierras. Noooooooo, qué vaaaaaaa, jeje. Ahora es cuando empiezo a descubrir que, como todo en la vida, lo poco gusta y lo mucho cansa, con sus necesarias excepciones, por lo que siempre es mejor beberse el té frío de un trago que hirviendo y a sorbitos alargando el sufrimiento. Este razonamiento principal, lo de lo poco y lo mucho, arropado con el ejemplo del té, que en un principio podría parecer antagónico (otro día hablamos de lógica cuántica) no lo es si lo referimos a las especiales circunstancias rusas. Por algo aquí la hélice de un Antónov gira en sentido contrario a la de un Fokker, o las instalaciones de agua caliente central tienen las tomas de presión y distribución en los puntos más altos de cada edificio.