jueves, abril 01, 2010

Fin de la Modorra Hibernación

Y no precisamente porque hoy sea el día de los inocentes ruso. No. También es jueves santo.

Resumiendo

Llegó el invierno pero ya estamos en primavera.
Empezó a nevar. 5 meses. Dejó de nevar. La mirada fija entre tejados y aceras. Avalanchas y resbalones.
Nunca me ha gustado la paja. Lo que se come es el trigo. Por aquí también la avena, el centeno,...
Rusia va bien. Que se lo pregunten a los millones de Eurobonos. De gas (cayendo) y petróleo (subiendo) mejor.
Conseguir entradas del Mariinsky está “complicao”
El Día de la Mujer, del Defensor de la Patria, de la Victoria en un pis-pas...siempre con una botella de vodka a mano.
Unos se van, otros vienen... y los que vamos y venimos. Todos con el mismo anhelo.
Mismo escalofrío con las bombas del metro de Moscú que con las de Madrid. Me pilló en Madrid en el 2004 y en Píter este 2010. Mis condolencias.
Lo de ver el sol deja de ser un imposible. La luz, cuajada de infinitesimales partículas grises malolientes que se meten hasta lo “hígados” al ser respiradas previa rascada de tráquea, comienza su pugna hacia las Noches Blancas que, no nos equivoquemos, de blancas tienen lo que yo de ...pensando...quizá...ocurrente. Algún que otro desgarro puntual poco significativo.
Los de San Petersburgo dicen que los de Moscú son unos desagradables y los de Moscú llaman provincianos a los de San Petersburgo. Yo, que soy de Madrid, cuando me preguntan los rusos, les digo que a mi no me gusta el fútbol.
Los puentes empezarán a abrirse dentro de nada. Acojonantemente bonito para los turistas; un coñazo para los que por aquí residimos.
Mi queridísima empieza a hacerme notar algunas figuras femeninas por la calle, ahora que van algo más ligeras de ropa. Yo sigo pendiente de tejados y aceras. Cuesta abandonar los hábitos.

Fotos un día de estos