Martes y 13

Por aquello de que lo que pasa una vez puede no volver a suceder nunca, pero lo que ha sucedido en 2 ocasiones se repetirá una tercera, y por indicación expresa y tajante de mi queridísima, hoy no salgo de casa. Sobrada excusa para escribirle estas nada interesantes líneas al mundo ;). Además, las nubes se han apartado un poco, por lo que de las 6 horas de luz natural diaria, y bajando, una y media al menos están siendo soleadas, vistas por mi a través de la ventana de la terraza. No puedo asomarme, no sea que se desprenda hoy la balaustrada neoclásica. Mañana ya no.
Precisamente debido al sol, y a ser poco madrugadores cuando se puede y nos deja la más pequeña, el domingo pasado cedimos al impulso de pasear en lugar de encerrarnos en un teatro. La Fortaleza de Pedro y Pablo, construida por Pedro, el de Petersburgo, en 1703. En su interior, el Museo Espacial y el de Artillería a la salida, enfrente. No nos pudimos resistir, al fin, a las polvorientas salas. En éste último se encuentra el supuesto blindado desde el que supuestamente también Lenin anunciaba el levantamiento-revolución en esta ciudad hace ya casi un siglo. ¡Qué deprisa pasa el tiempo! Lo que pasó después está en todos los libros de historia contemporánea, además de en boca de los ancianos del lugar, si se les pregunta. A mi particularmente siempre me ha llamado la atención la etapa soviética, puesto que supuso el contrapeso al sistema capitalista a partir de algunos años antes de nuestra guerra civil, aunque puntos de vista hay para todos los gustos, incluyendo la aparición y desaparición de los “rojos” debida a la propia necesidad del capital y debido a él. Teorías conspiratorias diversas, y más si tenemos en cuenta la compleja personalidad de Stalin, georgiano él.
Aquí os dejo alguna foto. Las típicas de la ciudad se pueden encontrar en cualquier página web.