martes, abril 14, 2009

Importantes Detalles

En la última semana, y con lo que parece la llegada más o menos definitiva de la primavera, los ánimos han estado revueltos y a la vez calmados por etapas más o menos superpuestas.
Una amiga de mi queridísima va a tener su tercera hija de un tercer padre. Anna es así, aunque no es la única rusa que conozcamos a la que su instinto maternal la lleve por el camino de la múltiple maternidad no compartida con la otra parte de la cuestión. Ksenia y Olga sólo van por el dúo. ¿Motivos?...Uff...cada una tiene el suyo, pero en común tienen las tres el tener asegurado económicamente el porvenir y su amor por los niños, ciertamente muy pero que muy desarrollado.
Este domingo 12 de abril se celebró el Día de la Cosmonáutica:
“...A las 10 horas y 55 minutos, el Vostok, luego de rodear en vuelo el globo terráqueo, descendió felizmente a la zona fijada, posándose sobre un campo, labrado en otoño, del koljós El camino de Lenin , al suroeste de la ciudad de Engels, no lejos de la aldea de Smiélovka. Había ocurrido como en las novelas de feliz desenlace: mi regreso del Cosmos se había efectuado en los mismos lugares donde yo volara en avión por primera vez en mi vida. ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde entonces? Nada más que seis años. ...”
“... Al pisar tierra firme, vi a una mujer y a una niña que, paradas junto a un ternero con manchas, me observaban con curiosidad. Eché a andar hacia ellas. Las dos vinieron hacia mi. Pero cuanto más se acercaban, sus pasos se iban haciendo más lentos. Yo llevaba puesta aún mi escafandra de vivo color anaranjado, y su aspecto inhabitual debía haberlas asustado. Nunca habían visto nada semejante.
Soy de los vuestros, camaradas, de los vuestros
grité, luego de quitarme el casco hermético.
Eran Anna Akímovna Tajtárova, mujer de un guardabosque, y su nieta Rita, niña de seis años.
¿Será posible que venga usted del Cosmos? - me preguntó la mujer, no muy segura de ello.
Pues imagínese, de allí vengo – dije yo
¡Yuri Gagarin! ¡Yuri Gagarin! - empezaron a gritar unos mecánicos que habían acudido, corriendo, de un campo cercano.
Eran los primeros hombres que encontraba en la Tierra después del vuelo. Nos abrazamos y nos besamos como si fuéramos de la familia. “

Pág 142-143 capítulo Miércoles 12 de Abril
El camino del Cosmos – Yuri Gagarin / Ediciones en Lenguas Extranjeras – Moscú