miércoles, agosto 18, 2010
LLoviendo. En Píter, claro. Lo del humo y tal se ha desvanecido...pero nada que ver con las fotos que tenéis aquí debajo. Un lujo. Se me eriza el vello sólo de pensar en 30 grados bajo cero, que realmente es lo de menos teniendo en cuenta el resto de factores. Jeje...me apetece volver a patinar sobre hielo