Hacía tiempo que no pasábamos por aquí. A excepción de la “sala de los horrores”, los dioramas y las piezas expuestas son “normales” y, como mínimo, interesantes, teniendo en cuenta el propio origen del Museo, el primero de la ciudad y de Rusia. Museo de curiosidades y rarezas animales. Pedro I lo fundó y su visita merece la pena. Famoso por sus fetos humanos deformes, “objetos” hacia los que “el Grande” dispensaba un interés especial, mostrándoselos al pueblo gratuitamente y tras ofrecer una copita de vodka a cada visitante para templar los ánimos, como forma de educación científica contra las múltiples supercherías de la época.
Siempre que paso por aquí siento una especie de nausea contenida al enfrentarme a estos tarros de cristal repletos de formol y “seres” que no pudieron ser flotando en el supuesto limbo de la ciencia auspiciada por aquel zar de todas las Rusias, cruel para unos, ilustrado para otros…único para todos.
1 Comments:
Me gusta tu blog y me gusta San Petersburgo. Te sigo por rss y tomo nota para mi galería de ejemplos de materiales sobre "Píter" en español.
Espero volver pronto.
Abrazos desde Madrid
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